Mi pareja nunca tiene ganas de hacer el amor
¿Te pasa que tu pareja nunca tiene ganas de hacer el amor? ¿Han disminuido los encuentros sexuales con el paso de los años? ¿O quizás tienen dificultades para coordinar los encuentros sexuales? Si llevas tiempo en una relación de pareja estable, puede que estés pasando o hayas pasado por alguna de estas situaciones:
- Tu pareja rara vez manifiesta ganas de hacer el amor.
- Tu pareja tiene ganas precisamente el día o el momento, que a ti no te apetece.
- A tu pareja le encanta hacer el amor por la mañana, mientras que tu momento preferido es por la noche, justo antes de dormir.
- Tu pareja alterna picos de mucho deseo con mesetas de nulo deseo.
- Tu pareja se siente bien si hacen el amor una vez al mes y a ti te gustaría hacerlo cuatro veces por semana.
Todas estas situaciones provocan un desencuentro con la pareja que algunos expertos han denominado asincronía sexual.
¿Qué es la asincronía sexual?
La asincronía sexual se produce cuando la pareja es incapaz de hacer coincidir en el tiempo, las ganas o el deseo de tener relaciones sexuales.
Hay personas que tienen deseo prácticamente a diario y otras que no sienten deseo nunca o en contadas ocasiones.
Tanto si pertenecemos a uno u otro grupo, a veces nos cuesta entender que exista tal variedad. Pensamos que nuestra pareja tiene que ser igual a nosotros.
Y aunque nos cueste aceptarlo, tenemos que admitir que estas dos opciones (y todas las que están en el medio) son completamente válidas.
Cada persona es única y como tal es dueña de explorar su sexualidad y de vivir su erótica a su manera, siempre y cuando respete a los demás y por supuesto, a sí mismo.
¿Por qué nos cuesta sincronizarnos?
Existen diversas causas por las que una persona puede perder el deseo, se puede dar por causas físicas, psicológicas y/o sociales.
Es habitual que a lo largo de los años en una relación se combinen periodos de mayor o menor deseo que afecte únicamente a un solo miembro de la pareja, como por ejemplo que pierda su trabajo o que esté pasando por una enfermedad o viviendo el duelo de un familiar cercano, etc.
También puede ocurrir que ambos miembros de la pareja se enfrenten a esos periodos juntos, como sería el nacimiento de un hijo, tener un accidente automovilístico o que pierdan su casa o su negocio por motivos económicos, etc.
Estas experiencias de vida modifican nuestro nivel de deseo, sin embargo, entendemos que no debería suponer un problema para la pareja ya que asumimos que la oscilación del deseo será pasajera.
El verdadero problema viene cuando gozamos de cierta estabilidad en nuestra vida, cuando no hay mayores dificultades, cuando disfrutamos de una buena salud y aun así la pareja no logra establecer a un punto de encuentro para satisfacer sus deseos sexuales.
¿Qué pasa si no logro sincronizarme con mi pareja?
Si tu pareja nunca tiene ganas de hacer el amor y esta situación se mantiene en el tiempo puede provocar grandes conflictos en la relación de la pareja, ya que el desencuentro sexual acabará influyendo en la calidad de la relación.
La persona que demanda mayor actividad sexual se sentirá frustrada y sentirá bastante enfado, aumentaran las discusiones sobre este tema, mientras que la persona que siente menos deseo intentará evadir (siempre que pueda) este tipo de conversaciones.
El desarrollo de la sexualidad dentro de la pareja es una excelente medida para evaluar el bienestar de una relación.
¿Cómo puedo solucionar la asincronía sexual?
1. Acepta la diferencia en el deseo sexual
En primer lugar, es importante entender que es normal que la pareja tenga ritmos sexuales diferentes. De esta forma dejarás de esperar (o luchar) para que tu pareja cambie.
Las personas se quedan con la experiencia de los primeros años de relación, donde había mayor predisposición a tener relaciones, disponían de más tiempo para estar juntos y tenían menos preocupaciones.
Y es necesario darse cuenta de que no es realista mantener el ritmo de los primeros años, durante toda la vida.
Lo cierto es que, con el paso de los años, las personas tienden a conocerse en mayor profundidad y muchas veces se dan cuenta que en realidad, no eran tan compatibles en la cama como pensaban.
Y esto supone un reto sobre todo para las parejas que se han casado y han tenido hijos, que han formado una familia con mucho esfuerzo, que no se plantean de ninguna manera una separación por un motivo de asincronía sexual.
2. Establece un acuerdo para hacer el amor con tu pareja
En segundo lugar, hay que plantearse que es lo que necesita cada uno para sentirse satisfecho en el plano sexual y establecer acuerdos que satisfagan a ambas partes.
No existe una estadística, no hay una frecuencia ideal ni un número de encuentros sexuales adecuados, cada persona debe establecer sus propios números que, por supuesto no serán estáticos, si no que variarán con las circunstancias.
Por lo que el acuerdo será flexible, acorde a la época que está viviendo la pareja y respetuoso con la situación actual de cada persona.
3. Planifica tiempo de calidad para compartir momentos de intimidad
En tercer lugar, hay que dedicar tiempo de calidad a la pareja. Este es un requisito indispensable para que la relación funcione.
La pareja tiene que planificar su tiempo para conversar, para compartir actividades, para disfrutar de sus encuentros sexuales, para jugar en la intimidad.
Reservar espacios de tiempo para la pareja, a diferencia del acuerdo obtenido en el punto anterior, tendrá prioridad sobre cualquier otro asunto para evitar ser desplazado en el tiempo y será especialmente reforzado en tiempos de bajo deseo sexual.